lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Tomas un cafe?

“¿Se podrán crear hemisferios desde el banco de una plaza? ¿Se podrá contagiar de sarcasmo al lila del mar desde la penumbra de un café? ¿Qué espejismo se hecha a volar desde las sombras de un árbol? ¿Qué luna no ha demostrado su virgen resplandor en la inutilidad de un miércoles?”
Jactarse de lo sensible para profundizar un sentimiento, que irónico. Que ironía es la hoja que danza una irónica danza entre las cenizas de un recuerdo. Un recuerdo echo hoja, recuerdo de cenizas, un inútil recuerdo, inútil para crear presentes de miércoles por llegar.

Sentarse un rato en el umbral de la luna que espía silenciosa desde la copa del Jacarandá, y observar el reflejo sublime de las agujas del reloj una y otra vez. Y así, el café se enfría de soledad. Y así, la cucharita de marchita mientras las agujas no esperan a nadie.

Los nombres han servido para identificar lo conocido, pero no todo lo conocido ha sido identificado por un nombre. El café, ya es solo el vacío recuerdo de un nuevo miércoles enredado en palabras.

La noche desfila su negro atuendo, la luna se esconde lentamente entre las ramas. Se esconde y pretende no volver. Las preguntas renacen por aburrimiento. “Mozo” Y prosigue. “Un cortado por favor”. “Que sean dos”. “Yo invito”.

1 comentario:

  1. "Los nombres han servido para identificar lo conocido, pero no todo lo conocido ha sido identificado por un nombre. El café, ya es solo el vacío recuerdo de un nuevo miércoles enredado en palabras"

    Éste párrafo me lo guardo (y eso que es lunes).

    Abrazo de gol.

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