jueves, 18 de febrero de 2010

Siesta en la londres catamarqueña

Me devora la mirada del cerro, su parsimonia intacta...
Las melodías del rió, con lentitud abrumadora construyen centímetro a centímetro, entre piedra y piedra, sonetos maravillosos al borde del "yuyal"...
Un cactus firme y en guardia espera la llegada del enemigo en su trinchera de rocas, acostumbrado, al verde desfile incansable de hojas que disfrutan de su plenitud arrolladora...
Las cigarras han dejado ya sobre las ramas de los arboles sus viejos trajes de seda amarillenta...
Las mariposas del aire dan fe de su metáfora...
El cielo, entre blanco y celeste, es un simple espectador...
El sol quema hasta el infierno y las telarañas de hormigas viven su dimensión en miniatura... ¿Cual sera la razón que me haga parte? en estos casos me pregunto por que he de ser armonía en lo desconocido...
Y vuelvo a preguntar...
¿Lo desconocido?...

Mientras tanto, todo se torna tan extrañamente hermoso, tan extraño que estas allí rendida en tu siesta, desconociendo el encuentro...

Pero te tengo una noticia brisa que te vuelves poesía...

... mañana serás perfecta.

7 comentarios:

  1. No dejes de escribir jamas... Siempre me llega al alma y me dejas meditando...
    :)

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  2. oh!!!!!!!!! por fin alguin que comenta!!!! y encima algo tan lindo jejeje gracias giude, que te llegue al alma y te haga meditar ya es demasiado y vale la pena mantener abierto este lugarcito, besos.

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  3. Catalina2/25/2010

    -¿Usted es poeta? - preguntó.
    -¿Poeta? - dijo Niholson-.No, por desgracia, no. ¿Por qué lo preguntas?
    -No sé. Los poetas se toman siempre el tiempo tan a pecho. Siempre están metiendo sus emociones en cosas que no tienen ninguna emoción.(...)
    - Yo creía más bien que ése era su material de trabajo - dijo - ¿Acaso los poetas no se ocupan ante todo de las emociones? (...)
    - "Nada en la voz de la cigarra indica cuán pronto va a morir" - dijo Teddy de repente - "Nadie marcha por este camino en esta tarde de otoño."
    - ¿Qué es eso? - preguntó Nicholson, sonriente. Dilo de nuevo.
    - Son dos poemas japoneses. No están llenos de cosas emocionales - dijo Teddy. De pronto se irguió en el asiento, inclinó la cabeza hacia la derecha y se dio una suave palmada en la oreja. - Todavía tengo un poco de agua en el oído que me entró ayer durante la clase de natación - dijo.

    Fragmente de "Teddy". Nueve cuentos. J.D. Salinger.

    ¿Cuál será la razón que me haga parte?
    Gracias,
    Catalina.

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  4. Anónimo2/26/2010

    gracias a vos cata, mis saludos a ti.

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  5. Anónimo3/03/2010

    Soss sooss...
    Me ha encantado.

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  6. muchas gracias niña montiel, aun se esperan sus escritos.

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  7. genial idea, aquella que supone un recuerdo pasado como perfecto, es la unica forma de mantenerse asi, me gusta negri
    se vemono

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